Poemas El Lanto, el Sollozo


El llanto, el sollozo


La madre desesperada
el hijo, su hombre
se lo han quitado ya.
Levanta tu frente
ellos regresarán
contigo en tu simiente
gozando de paz estarán.
Mujer, madre, campesina, indígena
ama de casa, estudiante, libertaria
tu eres la libertad.

José García G.






Por mi cuerpo un vacío
atrapado en la red
en esta alma con sed
hay sensación de frío.

Costumbre rutinaria del alma
durante el viento serenao
pasa con lánguida calma
un breve momento eterno.

Viene cabalgando la brutal amenaza
se ha borrado de la faz la sonrisa
con cautela se afila la templanza
solo murmullos en la plaza sin risa.

Serán tiempos difíciles
contener el aliento
sobre los adoquines estériles
un silencio, no hay canto.

Avanza marchando el rival
juntos a los costados
al hermano lo han atado
palos y botas ensangratados.

Codo a codo ante la afrenta
cruzan cortando el aire las flores
callando al fusil y la metralla
caminan con la frente en alto las mujeres.

Se alzan los cuerpos
llegando desde lo profundo
con el orgullo de la tierra y los tiempos
con la esperanza de su pasado.

Son los hombres del sol
las mujeres del pueblo y la luna
los jovenes, nuevos caballeros águila
son la escencia de mi patria.

Darán al mundo el ejemplo
en su mirada el presente
sus brazos volverán a sembrar los campos
sus pechos amamantarán su libertad.



José García G.


Agradezco enormemente a mi buen amigo José el haberme permitido publicar estos dos bellos poemas del corazón, a él, a quien por la lucha de la libertad le ha sido arrebatado un ser amado.

José tu ser querido, es ya hijo de la libertad, esa madre que con tanta angustia ve como cada hijo suyo que levanta el brazo en nombre de ella, le es arrancado con odio y con furia. Sin embargo ha pasado a formar parte de la inmortalidad.